Esa maldita rana

La mayoría de los españoles tienen mal gusto; no es ningún ataque directo a los españoles, ya que estoy convencida de que este el caso de la mayoría de todo país. Musicalmente, por ejemplo, solo hay que mirar los horrores que suenan en la radio y lo que vende: ¿donde más se ha visto que una sencilla como Maria Isabel venda más que U2? Sin hablar de fenomenos de moda como OT o el ‘neng.’ Pues bien, hasta hace poco estaba 'sorprendida en bien’ (traducción literal del francés como suelo hacer muchas y que habla por si misma) ya que España era uno de los pocos países en Europa, o quizás el único, que no había lanzado el Crazy Frog.

El Crazy Frog, para los que no lo ubicáis, es esa rana azul/gris feísima, con una pinta de mala comparable en mi humilde opinión a un Gremlin mojado, que lleva un casco, monta una moto, y no para de producir ese insoportable e irritante sonido que enfurece a cualquier persona normal: "ding ding dididing". Lleva ya varios meses mareando a toda Europa pero el problema es que ahora también ha empezado a marearnos en España.

Entiendo que esta maldita rana venda muchísimo sobre todo en contenidos para móviles ya que a muchísima gente le hace gracia, por falta de cualquier criterio de buen o mal gusto, o simplemente para joder a su entorno. Vale, eso lo entiendo aunque me siga pareciendo patético. Lo que no entiendo es que los medios dejen que el puto ding ding dididing suene en cada uno de sus espacios publicitarios, o sea cada cinco minutos, y eso hasta varias veces seguidas. Que pague Jamba o Blanco&Negro por el espacio publicitario no creo que deba de ser sinónimo de libertad absoluta de atontar a toda la población. Y para los que diréis ‘pero si yo no he visto a la rana en la TV’, tenéis toda la razón, todavía no (aunque si ya invadio la radio.) Pero como la historia se repite y eso es lo que sucedió en países como Alemania o Inglaterra (donde no se podia ver un programa o una peli en la TV sin ver y oir a la puta rana 50 mil veces, a tal punto que hasta hicieron una petición!) prepararos, porque eso es lo que nos espera, seguramente este otoño.